La cirugía de aumento mamario hoy en día se realiza principalmente con implantes, algunos de ellos rellenados con solución salina y otros, en mayor medida, compuestos de silicona. La silicona es un material que se usa ampliamente para muchas cosas incluso en el ámbito de la medicina; es un producto que raramente produce reacciones alérgicas en el ser humano, es un material muy inocuo. Los implantes poseen una duración que varía de 10 a 18 años determinada por cada fabricante y determinada también por el método utilizado de colocación.
La mayoría de las veces, la mamoplastia de aumento, es una cirugía rápida, llevada a cabo con anestesia general, con una duración aproximada de una hora en donde se coloca el implante generalmente debajo del músculo pectoral mayor, a veces por encima de este, por debajo de la areola y otras a través de la axila que es un procedimiento que requiere de mayor trabajo por parte del cirujano pero que tiene la ventaja de no dejar cicatriz visible en el paciente. No es una cirugía dolorosa y en un periodo de 5 a 7 días el paciente puede volver a desarrollar normalmente las actividades que venía realizando previo a la intervención aunque teniendo especial cuidado en no levantar los brazos bruscamente para evitar un sangrado inesperado. Luego de un período aproximado de 3 a 4 semanas, el paciente ya puede desarrollar hasta actividad física.